sábado, 24 de septiembre de 2011

JUVENTUD, PRIMAVERA DE LA VIDA


23 de septiembre, una fecha que, por azar del destino o por obra divina, coinciden: el inicio de la primavera y el día de la juventud. Quizá no sea casualidad; tal vez tenga una explicación, más aún una misión. El hecho es que hay una estrecha relación entre juventud y primavera. En mi opinión, la juventud es la primavera de la vida.

Muchos somos los que hemos dedicado parte de nuestro tiempo en filosofar, disfrutar, admirar, componer, cantar y escribir sobre la juventud. No los culpo. La juventud inspira, anima, motiva. Todos quieren ser jóvenes; los niños no ven la hora en llegar a ser jóvenes, los jóvenes no quieren dejar de serlo, los adultos quisieran volver a ser jóvenes y los ancianos viven sus últimos años recordando, narrando y vanagloriándose de sus años juventud.

Pero, ¿por qué la juventud es tan codiciada y tan compleja de entender? Quizá revisar algunas de las opiniones de grandes personajes nos ayude a entender el significado de tan enigmática palabra. 

Por ejemplo, Jorge Basadre, historiador peruano, escribió: “Un país robusto necesita una juventud entusiasta con capacidad para sentir un íntimo asco ante toda falsificación de valores, con voluntad de construcción inteligente y honestamente combatiente, con pudor de lo que hace y lo que dice, inspirado en la dignidad cívica sin la cual la república no merece ese nombre.”

Como olvidar a Manuel González Prada, escritor peruano,  cuando en un célebre discurso en Lima, el año 1886, expresó: "Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra". 

La poesía no es ajena a este tema, bien lo supo el poeta nicaragüense Rubén Darío. No en vano le dedicó estos versos: "Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver!. Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer."

Y por último, quiero citar algunas de los planteamientos de gran conferencista Miguel Ángel Cornejo, quien sobre la juventud nos dice: "ser joven significa ser dueños de nuestro presente y estar dispuestos a desafiar nuestro porvenir. Aceptar las circunstancias sin envidiar ni protestar, admitir la maravilla que somos y lanzarnos a conquistar nuestro destino. Ser joven es luchar por un mundo más humano, es ofenderse ante la miseria, protestar ante la injusticia, es tender una mano al necesitado, es enjugar las lágrimas de un niño abandonado y conducir su destino a un futuro de realización. Ser joven significa tener un corazón generoso y dar todo, hasta lo que nos hace falta, por alcanzar una estrella, es sacrificio sin límites, es la fuerza hecha acción para cumplir nuestro destino con Dios y con la humanidad."

Como vemos diversos personajes se han manifestado sobre el particular. Personalmente, creo que la "juventud” no sólo es la condición cronológica del individuo; es decir, si no tengo canas y arrugas soy joven. Pienso y siento que la juventud es vivir en libertad y ser libre (sobre todo de pensamiento), tener ganas de vivir experiencias, de disfrutar la vida, de querer divertirse; ser libre de prejuicios y estereotipos. En pocas palabras, juventud es vivir, no sobrevivir. 

Hoy en día hay viejitos de 15 años y jóvenes de 80. La edad no importa, no te define como jóven; todo depende del lado que mires la vida. Debemos sentirnos muy felices y más jóvenes que nunca, pues la juventud no sólo se muestra en lo físico, se muestra en tu personalidad, en tus acciones, en tu espíritu, en tu alma. La juventud es un don y un manantial inagotable de cual todos podemos beber, si queremos. 

Y tú, ¿eres joven?; solo tú sabes la respuesta... ¡Feliz Día de la Juventud!

martes, 6 de septiembre de 2011

LA CORRUPCIÓN Y LA MENTIRA


¡La corrupción y la mentira ya es una profesión!,
estamos hablando en serio;
seguimos buscando la universidad
que tiene la facultad
de la mentira y la corrupción.

Es una carrera que guarda lealtad;
en pleno siglo veintiuno,
ya es una profesión,
tan fácil como tomarse un desayuno.

Esta universidad existe. Para salir graduados,
no es necesario completa instrucción.
si ustedes no están seguros
pregunten a los que están becados,
trabajando en el estado con títulos
de la mentira y la corrupción.

Pocos se han graduado en una semana,
sólo los políticos que gobiernan la nación,
para ellos es una bendita profesión
que hace pensar muy poco a la mente
para engañar a la gente.

Muchos quieren hacer postgrado
en esta nueva carrera,
hoy en día es muy bien remunerada,
para ello no existe profesorado.

La ambición de esta carrera
es ganar sueldo dolarizado,
unos en sus curules durmiendo
otros ausentes tirándose la pera.

Todos estamos asombrados,
los que quieren gobernar el estado;
algunos son casi iletrados,
otros tienen título de licenciado
mientras otros de doctorado,
pero tienen que ser graduados
con la nueva profesión
de la mentira y la corrupción.

Con esta nueva profesión se gana más,
no importa el cargo que tendrás
derrocharás dinero a montones,
llevando el pueblo a la perdición
y a la banca rota nuestra nación.

Si no me creen pregunten a un tinterillo
que lleva puesto un sombrero de lazarillo,
con bastón o sin bastón de mando
pero siempre sigue cobrando.

¡Así es nuestra patria señores!,
siempre es gobernada por ingenieros,
economistas y doctores;
cuando la nación está en peligro
los militares les dan golpe,
ellos, simplemente, con el alba se van de fuga.

Los pobres del pueblo quedan,
teniendo a la miseria como sentencia,
día tras día están que purgan,
ya no es extraño, en nuestro país,
ocurre con mucha frecuencia.

Muchos hombres en mi patria
no tienen un trabajo,
cada vez que reclaman dejan salir un ¡ca…ajo!,
ellos tienten mucha razón,
otros sin tener profesión
ganan dinero a montones,
trabajando en el estado sin completa instrucción,
sólo con el título de la mentira y la corrupción.

DAVID RENGIFO GASPAR.

viernes, 2 de septiembre de 2011

ÁBRETE A LA TRISTEZA


"Siempre que te sientas triste, siéntate en silencio y deja que esa tristeza te invada; no trates de escapar de ella. Siéntete lo más triste que puedas. No la evites. Recuerda esto. Llora al máximo, tírate por el suelo, revuélcate... y deja que desaparezca por sí misma. No la expulses; se irá, porque nada permanece para siempre.

Cuando se vaya, te sentirás descargado, absolutamente aliviado, como si toda fuerza de gravedad hubiera desaparecido y pudieras volar, sin peso alguno. Es el momento de entrar en ti mismo. Primero, ábrete a la tristeza. Corrientemente, no te abres a ella; buscas sistemas para poder fijarte en otras cosas; vas al restaurante, te reúnes con amigos, lees un libro o vas al cine, o tocas la guitarra; haces algo para poder sumirte en ello y distraer tu atención.

Has de recordar esto: cuando te sientas triste, no te pierdas la oportunidad. Cierra las puertas, siéntate y siéntete tan triste como puedas, como si el mundo entero fuera un infierno. Sumérgete en ella, profundiza en ella. Deja que cualquier pensamiento de tristeza te invada, deja que la emoción te agite. Y llora, gime, exprésate... en voz alta... no tienes por qué preocuparte.

En primer lugar, vive esa tristeza durante unos días, y cuando la tristeza desaparezca te sentirás muy calmado, tranquilo, como tras una tormenta. En ese momento siéntate en silencio y disfruta del silencio que está apareciendo en ti. No lo has provocado; te abriste a la tristeza. Cuando la tristeza desaparece, en ese espacio, surge el silencio. Escúchalo. Cierra tus ojos. Siéntelo... percibe su textura... su fragancia. Y si te sientes feliz, canta y baila".
Osho.